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Wilcomen!

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lunes, 8 de agosto de 2011

Fobia capitulo 4

Capitulo 4


Él me miraba cual cazador observa su presa arrinconada. Mi mirada circulaba torpe entre sus ojos y su boca, que permanecía allí esperando una reacción mía. Sin embargo, mis nervios no me permitían expresarme como quisiera, y lo que yo quería era…



-Tom…



-Vamos, Bill-me retaba con la mirada-. Sé generoso y comparte esos labios.



-Eh…



-Adelante, si me besas… te dejaré ir por hoy. Quiero probarte, quiero saborearte, Bill. 



- ¿Por hoy…?-repetí torpemente.



-Claro, sé que de ti querré siempre más y más… Y más-sentí una mano que entraba por debajo de mi camiseta en la espalda.



No comprendía por qué lo hacía, pero no puedo negar lo mucho que me gustaba y mi cuerpo tampoco podía ocultarlo. 



-No me dejas mentir, Bill… Puedo ver que me deseas como yo a ti.



¡Se dio cuenta!... Me sentí avergonzado.



Volví mi cara, miré al piso, pero un dedo suyo me la devolvió al frente.



-Bill, no estés apenado… Yo siento igual-me invitó a mirarle también. Él estaba igual de excitado que yo. Cuando mi mirada volvió al frente, él sonrió intensamente y me besó. Fue lo mejor del mundo. Al principio, por haberme tomado por sorpresa, no supe qué hacer… pero ya sabiendo lo que sucede, no me iba a quedar ahí como un muerto de tieso. Respondí el beso. Y en consecuencia a eso él continuó acortando la distancia entre nosotros. Introdujo la otra mano bajo mi camisa y coordinaba lapsos de tiempo entre los que me besaba calmada y tiernamente y otro período de ímpetu y vigor. Sabía bien lo que estaba haciendo, se le notaba. 



Tenía mi corazón al desborde en latidos. 



-Bill…-se detuvo.



-Dime-mí voz salió casi en susurro.



-Me gustas en verdad… Te dije que si te probaba querría más de ti.



-Tú…me gustas también, Tom-no se lo había dicho, y me pareció buen momento para que lo supiera.
Se rió.



-Oh, valla… -me acomodó un mecho de mi alborotado cabello tras la oreja-. Pero te prometí que te dejaría en paz por hoy si me besabas…-me soltó.
Enseguida mi espalda extrañó sus manos precoces, el frío ocupó lo que sus manos habían calentado. 



-Tom,…-no encontraba la manera de pedirle que no se detuviera, pero supongo que no lo podía ocultar en mi mirada, lo deseaba, ya no quería estar sin esos labios sobre los míos. Y él lo supo en cuanto me miró. 



Sonrió con satisfacción y volvió a mí. Acercó su cuerpo tanto o más que antes, pero sus manos no volvieron al lugar donde se las requerían, en su lugar me sujetaron de la cadera y empujándome, me acorraló contra un árbol. 



- Este es tu primer día en el instituto, ¿no?
Asentí despacio, no entendía por qué preguntaba eso.



-Pues… espero que te haya gustado, pero de aquí en más, se pondrá muchísimo mejor, en tanto te quedes conmigo, ¿quieres eso?



-Por supuesto-contesté.



Sonrió y continuó besándome, esta vez no se limitó. Continuó en las mejillas, bajó al cuello, exponiendo así ante mi boca el suyo, y yo lo besé a él también. 



Si me estaba tomando el pelo, no sé que obtenía de mí, pero no importaba porque yo lo disfrutaba mucho. Era el chico más hermoso que jamás vi, y ya me había insinuado y hasta dicho de frente lo mucho que yo le gustaba, por lo que sostenía el pensamiento de que por mí no había problema alguno en seguir este juego. ¿Amor? No lo sé, pero era una sensación muy fuerte de deseo, que con el tiempo, sin duda, se convertirá en amor.



-Quédate conmigo.
- ¿Qué?...-yo no estaba huyendo ni tratando de hacerlo.



-Que te quedes conmigo, quiero que seas mío. Sólo mío…-apretó el abrazo.
Deslicé mi nariz por su hombro semi-descubierto y luego me anclé en su espalda pasando mi barbilla al otro lado.



-No voy a ningún lado.



-Sabes que no me refiero a eso…-me soltó.



- ¿Qué es lo que quieres entonces?



-Que… Quiero que seas mi novio-se separó para mirarme directamente al rostro y provocarme con la mirada excitante.



- ¿Tu… tu novio?-un escalofrío extraño me bajó por la nuca, recorriendo mi espalda, haciendo flaquear mis piernas, debilitando todo a su paso.



- ¿Cuál será tu respuesta? ¿Un ‘si’ o un ‘no’?



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