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Wilcomen!

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lunes, 22 de agosto de 2011

Quién te programó? Capítulo 1

Una de las mejores enseñanzas que me dieron en la vida es aprender a ver más a allá de lo que los ojos nos presentan. Hay cosas que vemos e ignoramos, cosas importantes que cambiarian el ciclo normal de nuestra vida. Pasarlas por alto, es el error más grave que podemos cometer. Una de las principales cosas importantes que ignoramos, es cuando alguien necesita ayuda.

-Samantha… Samantha, levántate del sillón. Ya son casi las 8, si el bus no ha pasado por acá, es porque seguro no vendrá.

-¿Pretendes irte a pie?-volteó para mirar mi cara-. ¡Está lejísimo!

-No es tan lejos-abrí la puerta para irme sola si ella no quería, pero justo ahí el bus llegó.

Sam me miró con ojos de burla y su típica casa de ganadora.

-Déjame en paz-la miré pesado mientras salía frente a mí.

Cerré la puerta y fui tras ella.

Subimos al bus.

-Matias, pensamos que nos ibas a dejar botadas.

-¿Cómo iba a hacer eso con mis repetidas favoritas?

-Gemelas, más respeto-dijo Andy desde uno de los asientos del final.

-¡Andy!-saludé. Fui a sentarme con él, pero a Samantha no le gusta estar con 

Andreas porque él gusta de ella.

-¿Cómo te va, Saby?

-Bien, algo preocupada…

-¿Y eso?

-Creo que tendré que buscar trabajo-dije algo triste-. Falta dinero en casa.

-La cosa se pone más difícil cada día, ¿no?

-Es horrible.

-No te preocupes, yo las ayudaré a encontrar algo-me tiró un brazo por el hombro,.

-No, no Andreas. Samantha no lo sabe, yo soy la mayor y quien debe cuidarla-afrimé.

-¿Segura? ¿Ni siquiera le dirás?

-No, no quiero preocuparla con nada no vaya a ser que vuelva a tener una complicación cardiaca.

Mi hermana gemela Samantha es menor que yo por 15 minutos. Pero no solo es menor que yo, sino que dentro del utero de nuestra madre, yo estaba consumiendo casi todos los recursos, es decir, robándolos de ella, por eso ella nació mas pequeña y con distintos problemas con sus organos internos. Y yo no tengo ninguno, por eso me siento muy culpable y la protejo de cuanto puedo. Es mi hermana menor.

Llegamos a la escuela.

Samantha me miró cuando se puso de pie. Asentí para indicarle que me esperara al bajar.

-Nos vemos, Andy-le despedí al bajar. Tomé a mi hermana del brazo y le susurré-. Samantha, no tienes porqué tratarle así, ¿no ha pasado ya mucho tiempo? ¡Deberían hacer las paces!

-Es que no quiero, el chico me mira raro, y no quiero que confunda mi amabilidad con amor. No lo quiero.

No supe qué mas decirle. Andreas es un gran amigo, y no quiero que estén peleados estas dos personas tan importantes para mí.

-Bueno eso lo sé…

-No puedo ni mirarlo a los ojos, Saby. No creo que sea tiempo aun.

Iba a decir algo, pero me interrumpió el timbre a clases.

-Será mejor que te apresures o llegarás tarde-se burló de mi porque yo no sabia donde debía ir porque yo no tengo correo, pero ella sí.

Me dirigí a la oficina de Registro a recoger mi horario de clases. Entré, tomé un ticket y me senté a esperar. Era la número 42 e iban por el 35. No había remedio, perdí la primera hora.

Estaba muy aburrida ahí esperando. No estoy acostumbrada a estar sola, es malo no tener a tu gemela al lado, pero justo cuando creí que me pondrían telarañas entraron tres personas. Eran dos chicos y, el que debía ser su padre o tutor.

Se dirigieron a la recepción sin tomar turno.

-Buenas, soy el señor Trümper.

-Ah, claro el padre de los chicos de Alemania. Tome un turno, por favor.

-De acuerdo. Gracias-se volvió y le dijo algo a los chicos, supongo que en alemán, ellos asintieron y se sentaron. El señor tomó un número y se los entregó. Se fue después de decirles algo más.

Eran muy lindos. Demasiado lindos. Se parecían mucho, pero no estoy segura si son hermanos o primos, pero el parecido era inegable a pesar de la diferencia en el estilo de vestir, peinar, y de hablar. El más alto, tenia una melena hermosamente peinada para atrás, su corte era bajo en los lados. Su piel tenia un tono marfileño muy hermoso, que contrastaba perfecto con su ropa toda negra y pegada a la piel. Tenía maquillados de negro los ojos también. Era un estilo muy roquero.

Mientras que el otro, tenía trenzas pegadas al cráneo. También era de piel clara, pero un poco más rosadita que su acompañante. Su ropa tenía un estilo urbano, más ancha que su cuerpo, pero mostrando una masculinidad predominante e intimidante.

Sin restar belleza al otro, el chico alto era quien más me atraía.

-Número 42, ultima llamada… Bueno, 43.

Me puse de pié.

-Soy yo.

Ellos se pusieron de pie.

La recepcionista nos miró.

-¿Quién es el 42?

-Yo…-dije tratando de ser cortés.

-Bueno, acercate, ¿en qué podemos ayudarte?

-Mi horario de clases, no lo tengo…

-¿ Número de matrícula?

-2011-0266.


-Un momento, por favor-dijo y se retiró a buscar la información en el archivo.

-43-llamó la otra recepcionista.

Entoces ellos se acercaron de igual manera.

-¿En qué podemos ayudarles?

-Necesitamos el resultado de las pruebas que nos hicieron, la evaluación de ubicación-pidió el más alto.

-¿Qué?-ella parecía no entender.

-Ellos son los alemanes que se trasfirieron, los que tomaron el examen la semana pasada-dijo la recepsionista que me atendía.

-Ah, los alemanes… si. ¿Lo que quieren es el resultado del examen de grado?

-Sí, señora.

-Un momento, acá lo tengo-ella buscó entre sus papeles y sacó una carpeta. 

La abrió y miró-. Ustedes quedaron ambos en cuarto de Secundario. Tengan-cerró el folder y se los entregó-. Adentro está su horario y un mapa del Instituto. Si necesitan ayuda, no duden en venir acá o pedírselos a los monitores de pasillo.

El de las trenzas tomó el folder.

-De acuerdo. ¿Por qué no nos toca la misma clase si estamos en el mismo curso?-dijo el otro al mirar el contenido del folder.

-Porque al grupo al que ingresó tu hermano solamente le faltaba un integrante, tu quedaste en el B, pero no hay diferencia.

-Aquí tienes, linda-la recepcionista me entregó mi horario. Al mirarlo vi que yo había caído en el A.

-¡Perfecto!-me emocioné en voz alta.

Todos me miraron.

-Perdon… Escuchen, no importa, acá los chicos son buenos. No hay problema con preguntar, y si lo que les preocupa es no estar juntos, pues no es tan grave. Mi hermana y yo solo estuvimos juntas en un año hace mucho. Y, este año será igual porque ella va al B y yo al A-alcé los hombros.

-¿Al A? Yo igual… ¿eso quiere decir que tenemos clases juntos?

-Puede ser que todas-sonreí más de lo que devia.

-Ah mira, puedes irte con ella hasta tu clase, y que ella te ayude hasta que te ubiques. ¿podrias?-la recepcionista me miró.

-Con gusto, claro-acepté, ¿iba a negarme? ¡Pff!-. Bueno… ¿vamos?-me referí al chico-. A ti también puedo ayudarte, te llevaré con mi hermana-así poder tener al lindo solo para mi.

-Gracias.

Salimos.

-¿Qué clase te toca a 2nda hora…?

-Tom-dijo el de las trenzas-. Mi nombre es tom, y el de mi hermano es Bill. Ah, y mi clase… biología.

-¿Si son hermanos porqué tomaran el mismo curso? ¿acaso uno está mas adelantado que el otro?

-Es que somos gemelos-dijo el que se llama Bill.

Me detuve, me volvi y los miré.

-¿Gemelos?

-Si, ¿tu hermana y tú tienen esa historia?

-No, somos gemelas también.

-Ah, qué bueno. Es una suerte ver doblemente tanta belleza  por acá.

-Gracias-sonreí aun más. Que chico tan tierno, ay.

-¿Cómo te llamas? No lo dijiste.

-Ha, que tonta soy… Mi nombre es Sabrina-retomé el paso hacia el aula de Biologia para el grupo B.

-Bonito nombre.

-Gracias. Bueno, mira, Tom-esta es tu aula de Biologia… si quieres entra que no falta mucho para que toquen la campana. Mi hermana es igual a mí, procura pedirle que te ayude, ella lo hará.

-Vale, gracias Sabrina.

-Dime Saby, más corto.

Sonrió y entró al aula.

-¿Nos vamos?

-Claro-miró la hoja-. ¿Religion?

-Sip, es en el segundo piso.

-Bueno.

Para nuestra mala suerte tocó la campana y todos salieron de las aulas como caballos en pradera, pero como no hay mal que por bien no venga, pasó algo que casi me para el corazón, Bill tomó mi mano para no perdernos.

Tal vez no lo hacia por la razón que yo quisiera, pero fue muy especial. Su mano era tibia y suave.

-¿Vamos?-dijo al ver que no me movia.

-Por supuesto.

El sonrio, y fue como si el sol brillara entre las nubes oscuras. ¿Qué clase de chico es tan perfecto? ¿de donde los sacan? ¡Qué hermoso es!

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