Fobia capitulo 5

Capítulo 5

Hay muchas formas distintas de estar preso, o acorralado. Dependiendo de la ‘forma’ de estar preso tenemos la opción de sentirnos bien, o de sentirnos muy mal. No es que quiera volver a lo antiguo, pero me encantaba estar preso de Tom, cuando era bueno… Yo probé ambas formas de prisión, primero la buena, luego la mala. Aunque no quiero volver, no me quejo por que recuerdo bien las sensaciones, y las tantas veces que me llevó a tocar el cielo.

-Vaya, es tarde…-dijo mirando al reloj.

-Pasa volando el tiempo, y más de esta manera-lo miré sonriendo de lado. Estaba satisfecho con los resultados de esta noche, jamás se me hubiera ocurrido un momento de diversión que mezclara a otro chico.

Él respondió mi sonrisa y luego se acarició la barbilla, en señal de que pensaba algo. Se veía hermoso.

-Te propongo algo. Mañana no, pero si en esta semana, haremos algo divertido juntos, ¿va?-los ojos le brillaban,

¿Cómo negarme?

-Por supuesto-caí como un peón ante una reina.

-Vamos de vuelta, tu amigo no irá contigo, ha de estar ocupado todavía-se puso de pié, me extendió una mano para ayudarme a levantarme.

Caminamos por el sendero, devuelta a los pabellones, lo sabía, pero no reconocía ningún tramo. Si me quedaba solo sería un desastre.

- Bill, ¿te puedo preguntar algo?

-Sí, claro.

- ¿Andreas y tu…?-no terminó la frase.

- ¿Él y yo…?-intente incitarlo a terminar de preguntar,
aunque yo tuviera una idea de lo quería saber.

Soltó una risa burlona, y bailó un poco tambaleándose apropósito.

-No puedo creerlo. Sabía que estabas llenos de sorpresas, pero esta no me l esperaba, te lo aseguro.

-No veo cual conclusión te dio esa respuesta, que no llevaba a ningún lugar, según yo-me puse a la defensiva, de alguna manera sentía que me culpaban de algo que no había hecho.

- ¿Me estas negando la posibilidad de que ese chico y tu tuvieran algún romance?

-Por supuesto, lo que me intriga es tu risa. Además, es común que dos amigos NO sean novios, de por si deberías saberlo-continuaba sin dar detalles que pudiera leer entre líneas. Intenté ser lo menos explicito posible.

- ¿Sabes qué? Tu impaciencia por cambiar de tema te sale por todos los medios. Sin embargo, mientras más trates de decirme que no puedo cruzar esa línea, más me interesa saber que hay detrás de esa historia.

- ¿Cuál historia?-sonreí, ya lo había capturado-. Solo partes de una suposición que yo no respondí.

-Exactamente por no responder, me la afirmaste… Has agregado más de lo que piensas-. Detuvo su andar para mirarme con ojos de ganador-. Inclusive, me atrevería a decir cómo fue lo que pasó entre ustedes.

Era un reto tonto el que me hacía, yo no tenía nada que perder puesto que entre Andreas y yo… Un momento, una vez él y yo… ¿Cómo puede ser posible que yo lo olvidara y
Tom lo adivinara así? ¿Acaso eso cambio mi manera de pensar o hablar con respecto Andreas? No puede ser posible, estoy delirando.

- ¿Y bien?-me llamó a la atención. Yo continuaba en cara de sorpresa, él se rió, y luego continuó:-Veo que no tienes idea como me he dado cuenta de que ustedes dos hicieron algo en el pasado

-Es tan irrelevante que te dejaré hacerlo, será inútil.

-Está bien. ¿Te parece a ti que parta del tiempo en que supongo se conocieron?

-No hay problema-sonreí. Es difícil incluso para mí saber eso, no lo recuerdo.

-Bueno, por la forma de hablar de él, le doy a que se conocen des de los 10 o doce años-dijo.

Como lo esperaba, se equivocó. No había manera de que pudiera decirme una fecha correcta, imposible. Jajá

-Te equivocas. Es imposible asegurar una fecha. Su madre y la mía eran amigas mucho antes de nosotros llegar al mundo, nos conocimos de bebés.

-Ya sabía yo que se conocían bien.

- ¿Eso aclara alguna duda? No le veo importancia en una relación de amigos-alcé los hombros-. Como te dije, lo nuestro es una amistad normal.

- ¿Ves? Ahí vas de nuevo con la negación-se detuvo. Me miró con unos ojos escalofriantes esa belleza suya lo hizo más tenebroso aun, me erizó todos los vellos del cuerpo.

Dejé de caminar también, y quedamos en diagonal, mirándonos fijamente. Yo no sabía qué hacer, esa mirada me había paralizado.

- Fue un error mínimo. Ten por seguro que no verás que eso suceda con frecuencia. Siendo específico, no es ordinario…ver que me equivoque, por pedante que pueda sonar.

- Lo aseguras demasiado firme-respondí tontamente. ‘Bill, ¿qué haces? Con eso sólo avivas el fuego de poder en sus ojos. ¡Qué rayos…!’.

-Te diré algo más, antes de que pienses que sólo soy un bocazas-dobló la sonrisa, haciendo el ambiente más macabro aun-. Y es sencillo de hacerlo, con una pregunta me basta.

-Dispara.

-Espera, es un esfuerzo de todos modos, así que sería bueno hacerlo interesante. Apostemos.

-No creo que pueda ofrecerte nada que ya no tengas.

-Te equivocas, hay algo. Y lo deseo-entrecerró los ojos.

- ¿Cuál es la prisa?-sonreí respondiendo al desafío, era tontísimo hacerlo, pero increíblemente divertido. Además, es imposible que adivine cosas de mi extraña vida-. Tendrás que decirme por qué quieres eso, pudiendo tener a cualquier chico de esta academia en tu cama.

-Yo tengo mis razones, por ahora yo haré las preguntas-dio un paso hacia mí-. ¿Aceptas?

- ¿Qué obtendré yo si…?

-No me equivocaré-sonrió más aun, mojó sus labios con su lengua, muy despacio-. Pero si llega a ser así, que lo dudo, puedes pedirme… lo que sea-articuló cada palabra para alargarla y darle peso. Reconocí su invitación sexual oculta.

-De acuerdo-suspiré. Esa seguridad me hizo dudar un segundo, pero recuperé mi pasión volviendo al recuerdo de mi vida, y concluí que sería milagroso que dijera algo correcto de ella.

-Esa cicatriz tuya en el abdomen, ¿fue a causa de él?
¿Qué? ¿Cómo es que vio la cicatriz?... Bueno, fácilmente pudo haberla tocado y sentido la protuberantes marcas de eso… Aun así, ¿por qué lo relaciona con Andreas?

-Valla-dije cuando logré tranquilizar mi rostro-. Admirable.

-No me subestimes. Si subes la apuesta te doy mis detalles…

- ¿Qué? Estarás jugando-jugó. Entonces fue cuando cometí mi segundo error-. Hay no te metas, que eso si jamás lo adivinarás.

- ¿Ah sí? Bueno, Bill, me tomaré la libertad de subir la apuesta de tu parte, te diré que fue a causa de unos maleantes, que seguro querían violarlo, pero llegaron al grado de caníbales contigo. Sé que eres virgen, porque todo en ti me lo dice, pero Andreas no, y como estaba contigo, supongo que a él sí lo violaron; y ahora tú me dirás que todo es cierto y nuestra apuesta, además de inclinarse hacia mí, se aumenta a que mas que novios, seamos pareja…

Mi boca iba más allá del suelo, ¡¿Cómo diantres…?!

- ¿Por qué la sorpresa?, mi primer pedido era una vez, ¿Tan malo seria para ti acostarte conmigo como mi novio?

-No juegues conmigo, bien sabes que mi pasmo no es por lo que ganes de esto, sino cómo lograste descifrar todo eso.
Se rió.

-Lo dices como si fuera imposible-ladeó la cara-. No era tan difícil, bueno, era eso, o que te operaron mal del apéndice-se burló.

Rasqué mi cabeza de pronto.

- Fue Andreas, tuvo que ser él…

-Bill, no seas ingenuo, no hablo con Andreas… Pero sé como es y no le diría eso a nadie.

- ¿Qué rayos ocurre contigo? ¿Eres brujo?

-Si lo fuera sólo te hipnotizaría para llevarte bajo mis sabanas, y no tendría que usar el cerebro en esto.

- ¿Con eso me quieres decir que para ti soy un problema matemático?

-El amor lo es, no eres tú, es en general-afirmó-. Se necesita la Investigación Científica para capturar un corazón.

-Eso ofende…-caminé, tratando de alejarme de él.

-Bill, no quise decir eso…-se disculpó-. No te vayas, por favor.

Me detuve.

-No te preocupes-miré por encima de mi hombro-. Cumpliré con mi parte del trato, mañana me entras como pediste, en ‘tu cama…’.

Caminé forzosamente en medio de la madrugada oscura e irreconocible camino de hierba y piedras.